Julio pasó rapidamente en tierras lusas. Sin muchos cortes ni quebradas.
(Bueno, los cortes en verdad ya empezaron y las quebradas no sé, pero "quebrados" es solo una cuestión de tiempo. Eso sí, nada que ver con tango...)
El tango se espera. Y desespera.
Mientras, para entretener el ojo y otros sentidos va el grande Horacio Molina.
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